A la hora de redecorar, un objeto de anticuario, único e irrepetible, aporta calidad y personalidad. En los mercados de antigüedades de España es posible encontrar todo tipo de piezas antiguas que pueden cambiarle la cara a los ambientes del hogar. El Rastro de Madrid es uno de los ejemplos emblemáticos de esto, puesto que todos los fines de semana se ponen a la venta allí verdaderas reliquias.
Además, el uso de las redes sociales ha facilitado enormemente el acceso a las antigüedades. Los sitios de venta online tradicionales y los espacios destinados a la compra, venta e intercambio de objetos abren las puertas del coleccionismo a cualquier persona con una conexión a internet.
Restauración para dar nueva vida a nuestros objetos
Es habitual enamorarse perdidamente de una pieza de anticuario hallada por azar en un mercado a precio de baratija. Contar con buen ojo para identificarlas es un activo invaluable para quienes se interesan en el mundo de lo antiguo.
Sin embargo, muchas de ellas suelen estar en malas condiciones y su apariencia actual esconde todo el brillo de su concepción original. En estos casos, contar con un restaurador de confianza puede marcar la diferencia a la hora de sacar a relucir todo el potencial de estos diamantes en bruto.
Así como los profesionales de Motiva España tienen los conocimientos para destacar los aspectos estéticos más salientes de una persona, un artesano del metal y la madera puede convertir los objetos desgastados en verdaderas reliquias de exposición. Unos pequeños retoques en la boca, la nariz o un aumento de pecho pueden lograr que una persona cambie positivamente su apariencia, lo que se traduce en una mejor percepción de la propia imagen y un aumento de la autoestima.
En el mismo sentido, el trabajo de un restaurador podría asemejarse al de una cirugía cosmética porque logra, con leves cambios, sacar a relucir la mejor apariencia de los objetos, tal como los médicos lo hacen con las personas.
La importancia de encontrar un estilo propio
Cuando se trata de decorar espacios, las reglas escritas no deben ser determinantes. Las antigüedades son siempre bienvenidas, incluso en habitaciones con una ambientación moderna. Lo esencial es saber complementar los diferentes estilos, logrando armonizar colores, materiales y formas para evitar grandes contrastes que vayan más allá del momento en que cada pieza haya sido concebida.